miércoles, 4 de julio de 2012
Un 4 de julio cualquiera
Un día esperado. Un día ansiado. Un día amado por todo aquel que lleva sangre americana en sus venas. El día en el que los americanos celebran su independencia. Algo memorable. No era mi primer 4 de julio en USA, pero es uno de esos días que tiene algo. Si no eres americano, te das cuenta que no es cualquier día, pues, además de ser festivo, todos sacan a relucir sus banderas nacionales. Todos. Y cuando digo todos, es todos: casas, coches, universidades, tiendas, malls, restaurantes, garitas de vigilancia, el coche de los helados, el repartidor de periódicos... Un ferviente acto de patriotismo que en España llamarían "facha". Pero no quiero entrar en política.
Resulta que me propusieron ir en canoas o ir en bicicleta. Sin pensármelo opté por las bicis. Así nos dispusimos a partir. Día soleado, viento cálido en la cara, humedad intensa. Otro día en el paraíso de Miami. Después de adentrarnos en el oeste, llegamos a un parque. Una ciénaga donde decían que Ponce de León fue en busca de la fuente de la juventud. Ahí quería llegar yo. Descargamos nuestras bicis en la reserva natural y empezamos a pedalear. Para mi sorpresa, a los 2 minutos, cocodrilo al canto. La madre que me parió! Y mis compañeros tan tranquilos. Un cocodrilo a 3 metros y como si nada. No sería el último que vería, para mi desgracia. Un compañero me preguntó si me habían picado dos mosquitos en la garganta... Por suerte, era todo plano, sin compliciones para todo un experto. Pero no contaba con el triple factor "calor-peso-mosquito", una combinación matadora donde las haya, que hace realentizar tus movimientos y maldecir a aquel que te dio la oportunidad de disfrutar de esos buenos momentos. Pero al final, después de sudar y perder como mínimo 3 kilos, llegué a mi destino. Parecía que no llegaría, pero todo llega. La ansiada fuente de agua caliente me esperaba. No era la de la juventud, pero agua era.
Después de esa excursión tremendamente dura, me dirigí a celebrar el 4 de julio como se merecía la ocasión: a un buen restaurante español, sin cerveza, pero con un filete...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario